jueves, 25 de febrero de 2010

A MI AMIGO PACO

José Domingo Pacheco Moreano - "Paco" para sus amigos- nos dejó en este difíl camino de la vida, dejando en recuerdo al hijo, al amigo, al vecino; con su difíl caracter, su travieso trajin juvenil y el vecino vigilante matinal, al que ya nos tenía acostumbrados. Aún ronda en mis recuerdos los reñidos y eufóricos encuentros de futbol que practicabamos en el campo de tierra del barrio, que casi siempre culminaba en lides pugilisticos por una derrota o triunfo objetado; como olvidar las aventuras en las aulas escolares del "José Granda" , donde Paco era un líder de grupo y por ese motivo se ganaba "broncas" y castigos hoy impensables por parte de los auxiliares o los maestros de ese entonces -muchas veces tuve que solapar las consecuencias de sus travesuras pugilisticas para evitar castigos en casa- pero así era Paco, travieso, intrepido, peleador, pero en el fondo un buen amigo. Como olvidar la noticia tragica de trascendencia mundial, cuando sufrio un accidente aéreo y supero los daños físicos, pero luego comprendí que el daño psicológico no lo superó jamas y eso dolio mucho a todos sus amigos, que pudimos ver que Paco no era el mismo. Hoy viene al recuerdo estas anecdotas, por su imprevista pàrtida, del cual tengo en recuerdo las fotos del último día del año 2009, disfrutando unas cervezas con algunos vecinos de siempre y que ahora tomo conciencia, que seguimos siendo los mismos amigos de infancia, los mismos vecinos y amigos que disfrutaremos momentos de alegría o penosas despedidas fúnebres; pero que seguimos siendo los mismos, hasta que los destinos en esta vida se vean truncadas con nuestra partida inesperada. Sabiendo la ingeniosa vida de Paco, estoy seguro que hoy estará disfrutando de ese mundo mejor y desde el cual intercederá y resguardará lo que nos queda de vida en este mundo. Paquito, amigo mío, descansa en paz.

domingo, 7 de febrero de 2010