Aún en la secularizada Lima de hoy, la Semana Santa siempre es esperada por las instituciones privadas, públicas, medios de comunicación y, sobre todo, por el pueblo, que mantiene su esencia católica así como expresiones propias de piedad popular.
La razón de la persistencia de la Semana Santa se debe al profundo arraigo de la fe católica en nuestro pueblo, cuyo origen lo encontramos en la abnegada y sacrificada labor de los misioneros que vinieron a nuestras tierras en el momento de la Conquista.
En el Centro Histórico de nuestra querida Capital son principalmente diez Hermandades que cada año tienen el encargo de hacer presente en la Ciudad los Pasos de la Pasión y gloriosa Resurrección del Señor:
El V Domingo de Cuaresma, las Hermandades del Centro Histórico de Lima, se reúnen en la Basílica de la Catedral, para proclamar el pregón de Semana Santa.
El Viernes de Dolores, las Comunidades Mercedarias llevan en procesión a Jesús Nazareno, al Cristo del Auxilio y Nuestra Señora de la Piedad.
El sábado anterior al Domingo de Ramos, la Hermandad del Señor del Santuario de Santa Catalina lleva a la Basílica Catedral al Señor del Santuario y Nuestra Señora de las Angustias, donde pernoctan hasta el día siguiente.
El domingo de Ramos por la tarde, desde el convento de San Agustín, salen seis pasos de la Pasión: Señor de la Agonía del Huerto; Señor de la Columna, Ecce Homo, Jesús Nazareno, Santo Cristo de Burgos y Nuestra Señora de la Pasión.
El Lunes Santo, la Hermandad del Señor Cautivo del Convento de las Trinitarias sacan en procesión al Señor del Huerto, a Jesús Nazareno Cautivo y Nuestra Señora del Mayor Dolor.
El Martes Santo, la Comunidades dominicas procedentes de la Basílica del Rosario procesionan al Señor de la Justicia y Nuestra Señora de las Penas.
El miércoles Santo, desde la Basílica de San Francisco el Grande, las comunidades franciscanas llevan a cabo la procesión del encuentro de Jesús Nazareno con la Virgen Dolorosa.
El Jueves Santo, después de la Misa de la Cena del Señor, los fieles limeños se disponen a recorrer las estaciones visitando las Basílicas y Templos de Lima, para orar ante la Santísima Eucaristía reservada en Monumentos especialmente erigidos para esta ocasión.
El Viernes Santo, el Señor de los Milagros de Nazarenas llega a la Basílica Catedral para presidir el Sermón de las Tres Horas y la Celebración de la Pasión.
Inmediatamente, acabada la celebración de la Pasión del Señor, procedentes del Santuario de la Soledad, Jesús del Santo Entierro, acompañado de Nuestra Señora de la Soledad recorren las calles de Lima haciendo presente el silencio de Dios y el dolor de la Madre bendita.
Al día siguiente del Sábado por la noche, después de la solemne celebración de la Vigilia Pascual, el Domingo, es traída a la Catedral la Nuestra Señora de la Alegría para encontrarse con la imagen de Cristo Resucitado.
La razón de la persistencia de la Semana Santa se debe al profundo arraigo de la fe católica en nuestro pueblo, cuyo origen lo encontramos en la abnegada y sacrificada labor de los misioneros que vinieron a nuestras tierras en el momento de la Conquista.
En el Centro Histórico de nuestra querida Capital son principalmente diez Hermandades que cada año tienen el encargo de hacer presente en la Ciudad los Pasos de la Pasión y gloriosa Resurrección del Señor:
El V Domingo de Cuaresma, las Hermandades del Centro Histórico de Lima, se reúnen en la Basílica de la Catedral, para proclamar el pregón de Semana Santa.
El Viernes de Dolores, las Comunidades Mercedarias llevan en procesión a Jesús Nazareno, al Cristo del Auxilio y Nuestra Señora de la Piedad.
El sábado anterior al Domingo de Ramos, la Hermandad del Señor del Santuario de Santa Catalina lleva a la Basílica Catedral al Señor del Santuario y Nuestra Señora de las Angustias, donde pernoctan hasta el día siguiente.
El domingo de Ramos por la tarde, desde el convento de San Agustín, salen seis pasos de la Pasión: Señor de la Agonía del Huerto; Señor de la Columna, Ecce Homo, Jesús Nazareno, Santo Cristo de Burgos y Nuestra Señora de la Pasión.
El Lunes Santo, la Hermandad del Señor Cautivo del Convento de las Trinitarias sacan en procesión al Señor del Huerto, a Jesús Nazareno Cautivo y Nuestra Señora del Mayor Dolor.
El Martes Santo, la Comunidades dominicas procedentes de la Basílica del Rosario procesionan al Señor de la Justicia y Nuestra Señora de las Penas.
El miércoles Santo, desde la Basílica de San Francisco el Grande, las comunidades franciscanas llevan a cabo la procesión del encuentro de Jesús Nazareno con la Virgen Dolorosa.
El Jueves Santo, después de la Misa de la Cena del Señor, los fieles limeños se disponen a recorrer las estaciones visitando las Basílicas y Templos de Lima, para orar ante la Santísima Eucaristía reservada en Monumentos especialmente erigidos para esta ocasión.
El Viernes Santo, el Señor de los Milagros de Nazarenas llega a la Basílica Catedral para presidir el Sermón de las Tres Horas y la Celebración de la Pasión.
Inmediatamente, acabada la celebración de la Pasión del Señor, procedentes del Santuario de la Soledad, Jesús del Santo Entierro, acompañado de Nuestra Señora de la Soledad recorren las calles de Lima haciendo presente el silencio de Dios y el dolor de la Madre bendita.
Al día siguiente del Sábado por la noche, después de la solemne celebración de la Vigilia Pascual, el Domingo, es traída a la Catedral la Nuestra Señora de la Alegría para encontrarse con la imagen de Cristo Resucitado.
1 comentario:
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