sábado, 7 de junio de 2008

Amigo de la madre asesinó a niña sudafricana


A once días de que una niña de 8 años, hija de una ciudadana sudafricana que purgó condena por narcotráfico, fuera violada y estrangulada en el edificio miraflorino en el que vivía, la División de Homicidios de la PNP detuvo a un sujeto que era amigo de la víctima y de su madre, que se desempeñaba como chef, que practicaba karate y que ha confesado ser el autor de tan execrable crimen.
Samuel Frías Sánchez (24), según informó el general PNP Walter Rivera, jefe de la Dirincri, frecuentaba el edificio de la avenida Benavides No. 449, en cuyo departamento 40 vivía la menor con su mamá. En el departamento 41 vivía una amiga del criminal, a quien visitaba.
En la Dirincri, Rivera informó que Frías Sánchez llegó a tener amistad con la mamá de la víctima, Mary Ann Niniza Cockman (39) y con la menor, a quien regalaba dulces o galletas. Refirió, además, que hay numerosas denuncias en su contra, entre ellas una por perversión sexual, otra por tocamientos indebidos a una menor en la vía pública y una tercera por hurto agravado. "Este sujeto es un pervertido", dijo Rivera.
El detenido reconoció ser el autor del crimen. "Pido perdón a la mamá, a Dios y a la niña, que en paz descanse. Sé que iré muchos años a la cárcel", alcanzó a decir anoche a los periodistas.
Varias veces, Frías se quedaba a dormir en el departamento 41, tal como lo hizo la noche anterior al crimen, cometido en la mañana del lunes 26 de mayo.
Incluso, señaló el titular de la Dirincri, Frías se quedaba algunas veces a pernoctar en el departamento de las Cockman.
Rivera explicó que la captura del sujeto se habría producido luego de que los detectives detectaran una llamada efectuada desde el celular que el asesino le robó a la niña, luego de ultrajarla y asesinarla, y el cual no era hallado.
La llamada fue hecha por un tal John Núñez al número telefónico de su enamorada. Tras un rastreo, se pudo dar con la chica que recibió la llamada, quien dijo a la policía que su enamorado, John Núñez, la había telefoneado desde un número que no conocía. Correspondía al celular de la menor asesinada.
Los agentes citaron a Núñez, quien narró que la llamada la había efectuado, en días pasados, desde un teléfono celular que había alquilado al paso a una persona que ofrece comunicaciones telefónicas en el jirón Washington, a la altura del policlínico Chincha. Homicidios fue al lugar y localizó al sujeto, quien se dedica a ofrecer llamadas en plena vía pública y con teléfonos de distintas compañías.
Fue esta persona quien dio la pista para dar con el autor del horrendo asesinato. Los rasgos físicos fueron obtenidos por la División de Homicidios. Esta información fue confrontada con la dada en días pasados por la docena de vecinos y residentes del edificio en donde se produjo el crimen.
Todos coincidían con las características de un sujeto que practicaba karate, que frecuentaba el edificio y que últimamente había desaparecido. Sin embargo, ayer el individuo fue intervenido por un grupo de la División de Homicidios, al mando del coronel Leonardo Morales.
La Madre dice que lo conocía "de vista" a Mary Ann Niniza Cockman, la madre de la menor, es sudafricana y purgó condena entre 1999 y el 2003 por haber sido detenida en el aeropuerto con 5 kilos de cocaína. Enseña inglés en un colegio de La Victoria. Tras la presentación policial de Frías Sánchez, la madre de la niña asesinada declaró que lo conocía "de vista" y que no era su pareja, como adujo en algún momento el homicida. El general PNP Walter Rivera, de la Dirincri, indicó que aún falta la verificación de las huellas digitales y que las investigaciones policiales continúan.

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